48 horas en Banya: aguas termales, historia y cultura
Mi última escapada familiar por Bulgaria fue a un pueblecito llamado Banya, en la provincia de Blagoevgrad. Se encuentra encajado en un bonito valle entre tres cadenas montañosas: Pirin, Rila y los montes Ródope, y a unos 5 km. de la popular estación de esquí de Bansko. Mucha naturaleza, aguas termales, aire puro y tranquilidad, junto lo que necesitábamos para alejarnos un par de días del bullicio de la capital.
Los tracios fueron los primeros en establecerse en la zona, debido a la abundancia de manantiales de agua mineral termal. De hecho, el nombre "Banya" significa "baño" en búlgaro, y en la zona hay varios spas que utilizan las aguas termales.
Al ser un pueblo no esperéis catedrales ni nada muy grande, pero hay varios puntos de interés turístico que se pueden ver en poco tiempo dando un paseo. Esto es lo que os recomiendo visitar:
EL BAÑO OTOMANO:
Conocido como Baño Murtina, se trata de un antiguo baño público construido hacia el siglo XVII gracias a la financiación de una familia otomana adinerada.
(Contexto para extranjeros: Bulgaria estuvo 500 años bajo dominio otomano, desde el s. XIV al XIX).
Para mi sorpresa, aunque está bien cuidado no parece preparado para turistas. El único cartel que hay se limita a indicar que para informarse uno debe dirigirse al punto de información turística cercano (que estaba cerrado por ser fin de semana). Digo yo, ya que se molestan en poner un cartel, al menos podría incluir el nombre del lugar y alguna información básica. Preferiblemente, en búlgaro y en inglés, como mínimo.
Si os fijáis en la foto de arriba, el edificio tiene dos entradas, una junto a la otra. Esto se debe a una antigua costumbre otomana: entraban con el pie izquierdo por la puerta izquierda, y salían ya limpios por la puerta derecha. El agua proviene de un manantial de agua termal de los que abundan en la zona.
El baño está ubicado en un bonito parque en el que se puede ver antigua maquinaria que funcionaba con la fuerza del agua. Pero tampoco hay carteles informativos, así que uno se queda con las ganas de saber más. ¿La maquinaria es real, o una reproducción? ¿Tiene capacidad funcional, por ejemplo para que jueguen los niños?
Bulgaria tiene mucho que ofrecer a los turistas, pero no se puede tener lugares así, sin un triste cartel.
LA CASA NATAL DE NEOFIT RILSKI:
El nombre real de este búlgaro tan célebre era Nikola Poppetrov Katoshov, y más tarde, como miembro del clero, pasaría a llamarse Neofit Rilski, es decir, Neofit de Rila.
Aquí me quedé algo confundida, puesto que un texto literalmente tallado en piedra delante de la vivienda asegura que Neofit Rilski nació ahí, en Banya, mientras que otras fuentes disienten y afirman que nació en la cercana ciudad de Bansko. Tampoco está clara la fecha de nacimiento: según la placa de piedra es 1797, y según historiadores, 1797 o 1790. Pero bueno, ha pasado tanto tiempo que tampoco nos viene de aquí.
Como curiosidad para extranjeros, aclaro que Poppetrov no es el apellido, sino el patronímico, una especie de segundo nombre que se usa en Bulgaria y en otros países eslavos y que significa "hijo de X". En este caso, Poppetrov significa "hijo de Petar". El "Pop" podría indicar que su padre era un pope (sacerdote), porque venía de una familia de clérigos (los popes ortodoxos se pueden casar). Su abuelo fue en su día abad del monasterio de Rila.
Neofit Rilski tuvo una trayectoria importante en la Iglesia Ortodoxa Búlgara, incluso llegó a ser abad del monasterio de Rila, como su abuelo, pero os voy a ahorrar su currículum completo. Baste decir que es considerado el padre de la educación moderna en Bulgaria: entre otras cosas, fundó la primera escuela moderna búlgara en Gabrovo, escribió la primera Gramática Búlgara moderna, fue un prolífico traductor de textos religiosos y literarios (haciéndolos accesibles para todos) y, resumiendo, fue una figura clave del Renacimiento Nacional Búlgaro.
Su labor educativa, lingüística y cultural contribuyó significativamente al despertar nacional de Bulgaria a través de la lengua y la educación como base para la unidad nacional, y aún hoy numerosas escuelas y calles de todo el país llevan su nombre.
Ya le dedicaré un post más adelante, porque Neofit Rilski hizo demasiadas cosas relevantes como para embutirlas en un par de párrafos.
EL ANTIGUO BAÑO BÚLGARO:
Justo enfrente de la casa natal de Neofit Rilski hay un antiguo baño búlgaro. ¡Aquí si que hay un panel informativo en búlgaro y en inglés! Tres frases contadas: muy escaso, pero algo es algo. Se aprecia mejor lo que se ve si se sabe qué es y qué importancia tiene, ¿verdad?
Data de entre los siglos XVI y XVII y "representa una versión cultural e histórica de los antiguos baños romanos". En 2013 fue restaurado, aunque por lo que vi no se puede entrar, de modo que me quedé con ganas de verlo por dentro. Por el dibujo del panel informativo se deduce que hay solamente una estancia con bancos y agua termal en el centro. Ningún misterio, era un baño: entraban sucios y salían limpios.
Junto al edificio hay una pequeña fuente de agua mineral termal. Podéis usarla para refrescaros y lavaros las manos, pero no estoy segura de que sea potable, porque en una fuente cercana hay un cartel que indica que el agua no es potable y es probable que provenga del mismo manantial.
En Banya también hay un par de iglesias ortodoxas que me quedaron pendientes para la próxima visita, así como un Museo Etnográfico - Histórico que nos encontramos cerrado.
Las casas del pueblo son muy bonitas, algunas parecen realmente antiguas, pero se nota que sus habitantes las cuidan bien.
ALOJAMIENTO:
Nosotros estuvimos en el Spa Hotel Aspa Villa, porque buscábamos un hotel con piscina y este además permitía a los huéspedes utilizar todas las instalaciones acuáticas del hotel de al lado, que son estupendas. Hay varias piscinas de agua termal, y es un gustazo meterse dentro cuando fuera hace fresquillo.
Importante: este hotel acepta mascotas de hasta 15 kg. En mi caso fue una patinada no haberlo visto a tiempo, porque soy alérgica, pero lo menciono porque sé que a muchos dueños de peluditos les cuesta encontrar lugares que los acepten. Y yo realmente no tuve problemas, porque aunque había varios perritos por ahí, no se me acercaron.
El Aspa Villa dispone de habitaciones grandes para familias y el desayuno es estupendo. Para mí el desayuno en los hoteles es clave para la experiencia: debe ser variado y abundante, y valoro que esté ordenado y que vayan reponiendo todo lo que se acaba.
CÓMO LLEGAR A BANYA:
No está demasiado lejos de Sofía, son unos 150 km. en dirección sur por la autopista A1. Pasado Blagoevgrad hay que desviarse por la carretera 19 (en buen estado) y en unos 20 minutos se llega a Banya. Junto al hotel hay espacio de sobras para aparcar.
Esta es la ubicación exacta en Google Maps, por si a alguien le sirve.
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