Qué ver en la provincia de Ruse (parte 2)
Como hay muchos lugares recomendables que visitar en la provincia de Ruse, al noreste de Bulgaria, recordaréis que los dividí en dos post. En la primera parte os hablaba de tres:
1. La ciudad medieval fortificada de Cherven
2. La cueva Orlova Chuka
3. La casa-museo de Filip Totiu.
En esta segunda parte sigo con los que me dejé en el tintero, que son de los más famosos:
4. LAS IGLESIAS RUPESTRES DE IVANOVO:
El monasterio rupestre San Miguel Arcángel, ubicado a unos 20 km. de la ciudad de Ruse, consta de una serie de celdas excavadas en la roca en un acantilado a 32 metros de altura. Fue fundado en el siglo XIV por un monje llamado Joaquín, que más tarde llegaría a ser patriarca de Bulgaria (líder de la Iglesia Ortodoxa Búlgara, equivalente al Papa en la Católica).
En varias de las celdas hay restos de frescos de los siglos XIII y XIV relativamente bien conservados. Faltan fragmentos, claro, pero no hace falta ser experto para apreciar que sigan ahí después de tantos siglos, sobre todo considerando que al ser un monasterio rupestre han pasado cientos de años expuestos al frío, al viento y a la humedad.
Hay un balcón-mirador desde el que se puede disfrutar de las vistas: el parque natural Rusenski Lom, que es un área protegida.
Lamentablemente tuvimos la mala pata de coincidir con un autobús que traía a un grupo muy nutrido de turistas, pero turistas de los malos: alborotadores, todos apelotonados en una sala de pocos metros cuadrados. Y lo peor: vi con horror a varios de ellos, aún resoplando tras la subida, apoyarse en los frescos y hasta tocarlos con la mano. ¡Patrimonio de la Humanidad, bien sobado! ¿En qué cabeza cabe?
Sobra decir que salí de ahí escopeteada, huyendo de los que me respiraban en el cogote. Menos mal que los primeros minutos, antes de que llegara el rebaño, pudimos ver bien los frescos nosotros solos.
Cómo llegar: las iglesias rupestres de Ivanovo se encuentran en el corazón del parque natural Rusenski Lom, a 20 kilómetros al sur de Ruse. La carretera está en buen estado y al llegar hay un pequeño espacio para aparcar (gratuito). Todo está bien señalizado en búlgaro y en inglés.
Entrada: 5 BGN (2,50 €) los adultos y 2 BGN (1 €) los niños. Se paga arriba, en la entrada de la iglesia.
Al pie del camino y en la celda grande se venden souvenirs. El caminito, por cierto, es tan estrecho que es unidireccional: se sube por un camino que hay a la izquierda, y se baja por el acantilado.
Llegada a este punto, me gustaría aclarar un detalle importante: por todo Internet hay publicaciones sobre las iglesias rupestres de Ivanovo… ¡ilustradas con fotos del monasterio de Basarbovo! Pero webs serias y supuestamente fiables, como portales de turismo y hasta la mismísima Wikipedia*. Claramente muchas webs hacen copia-pega y cuando una se equivoca, este es el resultado: ¡errores en cadena por todo Internet!
*(Edito: un editor de Wikipedia ha contactado conmigo para decirme que acaba de enmendar el error y ahora las fotos de Ivanovo ya son las correctas. ¡Se agradece la rápida reacción!).
Pero en realidad las Iglesias rupestres de Ivanovo y el monasterio de Basarbovo son dos lugares distintos. A mí me aclaró la confusión un profesor de Ruse que también es guía local; como habla perfectamente español, si necesitáis un guía por esa zona os puedo pasar su contacto.
El siguiente lugar que os muestro es el mencionado monasterio de Basarbovo (con fotos reales del lugar); si os fijáis en la primera imagen entenderéis por qué tanta gente lo confunde con las iglesias de Ivanovo:
5. EL MONASTERIO RUPESTRE DE BASARBOVO
Este es el único monasterio rupestre activo de Bulgaria, que en 1978 fue nombrado monumento de valor histórico. Se calcula que fue fundado en el siglo XV, durante el Segundo Imperio Búlgaro. El monasterio quedó deshabitado durante el dominio otomano, y volvió a entrar en uso tras la Liberación de Bulgaria.
San Demetrio de Basarbovo, que da el nombre actual al monasterio, vivió
más tarde, en el siglo XVII. Como curiosidad, actualmente es patrón de Bucarest.
El monasterio tiene dos partes: una es el monasterio original, que consta de un conjunto de celdas celdas rupestres construidas en un acantilado.
Se sube al monasterio rupestre por unas escaleras excavadas en el propio acantilado. Son muy estrechas y pueden dar vértigo en algunos puntos. Una vez arriba se puede ver la celda donde dormía san Demetrio y una capilla (consagrada y operativa) con un iconostasio sencillo pero muy bonito.
En las iglesias ortodoxas, el iconostasio es una pared, normalmente de madera, que separa la nave central del presbiterio. Según su tamaño puede tener una o varias puertas, y como su nombre indica, está decorado con iconos de santos, de Jesús, de la Virgen María, del patrón de la iglesia...
Algo más allá, siguiendo el caminito por el acantilado, hay otra capilla más pequeña.
La otra parte del monasterio es la moderna, que se encuentra al pie del acantilado. Es es donde viven los monjes e incluye una pequeña iglesia llena de coloridos frescos (no hice fotos porque había gente rezando).
En el patio del monasterio hay un pozo que se dice que fue cavado por san Demetrio con sus propias manos.
El monasterio de Basarbovo fue sin duda uno de los lugares que más me gustó de todos los que visité en la provincia de Ruse. Si tenéis ocasión, no dejéis de verlo, porque merece la pena.
6. LA CIUDAD DE RUSE
No se puede visitar la provincia sin pasar por su capital. La ciudad de Ruse, conocida como "la pequeña Viena", es donde nos alojamos los días que estuvimos paseando por la provincia.
Está ubicada a orillas del Danubio, lo que la convierte en un importante centro de transporte de mercancías. Además, su gran puente sobre el Danubio también es un punto fronterizo para cruzar a Rumanía.
La ciudad tiene unos 150.000 habitantes y es la quinta mayor ciudad de
Bulgaria. Realmente no es una población enorme, pero para grandes
ciudades ya tengo Sofía, que es donde vivo. Cuando viajo me gustan más
pequeñas, y Ruse es el tipo de ciudad perfecta para turistear con tiempo
limitado.
El apodo “pequeña Viena” se debe a la arquitectura de estilo vienés
que caracteriza la zona céntrica de la ciudad. Muchos detalles no puedo
dar, ya que no domino este tema, pero viendo las fotos podéis juzgar
vosotros mismos. Yo simplemente disfruté de varios paseos por el bonito
centro de la ciudad y por la orilla del Danubio.
En el siglo XIX, durante el dominio otomano, Ruse fue capital de la provincia otomana Tuna Vilaet. Según el profesor y guía de Ruse que he mencionado antes, la provincia era bastante moderna para la época, gracias en parte al acceso del río Danubio, y eso le valió el sobrenombre de "ciudad de las primeras cosas". Imagino que porque todas las novedades modernas llegaban primero a Ruse.
También había en la ciudad diversos consulados, entre ellos uno español.
Otra curiosidad: Ruse es la ciudad natal de Elías Canetti, un búlgaro de origen sefardí que ganó el premio Nobel de Literatura en 1981. El suyo es el único premio Nobel de alguien nacido en Bulgaria, según las palabras del profesor pristense (pristense es el gentilicio de Ruse).
ALOJAMIENTO EN RUSE:
Mi familia y yo nos aojamos en el Cosmopolitan Hotel & Wellness, que se encuentra en el centro de la ciudad y permite ir a pie a turistear. Parece bastante nuevo, en la habitación y las zonas comunes no había nada cascado ni con aspecto de muy usado. El lavabo también se veía moderno y con amenities de buena calidad.
Como casi sempre, elegimos este hotel porque, entre otras cosas, cuenta con una estupenda piscina climatizada. También tiene sauna, solarium, etc., pero eso no lo probamos y no puedo opinar. Nosotros nos fuimos de cabeza al agua calentita:
Al salir (o entrar) de Ruse recomiendo hacer una pequeña parada en el viejo puente "Kolyu Ficheto" sobre el río Yantra, a la altura de Byala (a unos 50 km. de Ruse). Actualmente los coches cruzan por el nuevo, pero el antiguo es muy interesante porque, además de bonito, es obra del célebre Kolyu Ficheto:
Kolyu Ficheto fue un brillante arquitecto y constructor de la época del Renacimiento búlgaro. Su puente sobre el río Yantra, construido en 1865 por encargo del gobernador, mide 276 metros de largo y 9 de ancho, y lo sostienen 13 arcos y 12 columnas. Es simple pero robusto, y se considera todo un logro desde el punto de vista arquitectónico.
¡Y aquí termina mi repaso personal a la provincia de Ruse! Un fin de semana no da para verla toda, ni de lejos, aunque en general creo que le sacamos bastante partido a esos días. Pero sin duda me gustaría volver más adelante y seguir turisteando por ese rincón de Bulgaria.
Y hablando de eso, ejem... UNA AUTOPISTA que conecte Ruse y Sofía me parece imprescindible, señor ministro de Transporte. ¡Por favor y gracias! Sería de gran utilidad para el desarrollo de la región, para un transporte de mercancías más rápido y eficiente y para que los turistas y los residentes no tarden 4 laaargas horas en recorrer esos 300 km.
De todos modos, esa ruta tan larga por carretera permite hacer varias paradas en algunos lugares preciosos y muy recomendables, de los que hablaré en futuros post. ¡Seguro que os gustarán!
Estamos planeando un viaje a Ruse y hemos visto que mencionas a un profesor guía. Podrías compartirnos su contacto, por favor? Te lo agradeceríamos mucho.
ResponderEliminarMándame un email a mamaenbulgaria@hotmail.com y te lo paso encantada, para no poner aquí datos personales de nadie.
EliminarVale, muchas gracias!
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