Qué ver en la provincia de Ruse (parte 1)
Tenía pendiente hace tiempo una pequeña excursión a la provincia de Ruse, y por fin he podido dedicar unos días a ese rincón del norte de Bulgaria.
Es un viaje de cuatro horas en coche desde Sofía, pero vale la pena, porque la zona de Ruse está llena de sitios estupendos para un turista de fin de semana: cuevas, monasterios, pueblecitos con encanto, fortalezas, ruinas y hasta un lugar que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad.
Como me había salido un post larguísimo, lo he dividido en varias partes más digeribles que iré publicando a lo largo de las próximas semanas.
He aquí algunos lugares que realmente vale la pena visitar por la zona:
1. La ciudad medieval fortificada de Cherven
Esta es una bonita excursión a solo 30 km de la ciudad de Ruse, que fue nuestra base los días que estuvimos por la zona.
Y precisamente porque queda poca cosa de los edificios, los carteles ilustrados distribuidos por toda el área son útiles para hacernos una idea de cómo fue la ciudad en su día:
Aunque como he mencionado ahora solo son ruinas y cuesta imaginarlo todo entero, en su día hubo en el interior de esas murallas varias iglesias, numerosos edificios administrativos y cientos de casas. En diversas excavaciones arqueológicas se encontraron abundantes objetos que actualmente están expuestos en diversos museos de la zona.
Realmente merece la pena molestarse en subir, porque además de las ruinas de la ciudad fortificada, las estupendas vistas desde arriba son una buena recompensa. ¡Y tanto el camino de subida como el de bajada son preciosos!
Entrada: 5 BGN (2,50 €) adultos, 2 BGN (1€) niños.
2. Cueva Orlova Chuka
Sí, otra cueva, ¡tengo el blog lleno de cuevas búlgaras! Si no os gustan las cuevas, podéis bajar directamente al punto 3.
"Orlova Chuka" se encuentra a unos 40 km de Ruse. Fue descubierta por un pastor y fue declarada hito natural en 1962. Se trata de una cueva joven, ya que se formó hace "apenas" dos millones de años.
Cuando vi que el guía era un chaval de unos 20 años admito que tuve mis dudas sobre su desempeño, pero para mi gran alegría ese chico resultó ser un apasionado de las cuevas y un entusiasta investigador de esta en concreto, y el tour que nos hizo estuvo requetebién.
La única zona estrecha es la entrada, luego el interior es bastante amplio. Hay un punto donde hay que pasar agachados, pero el guía ofrece una alternativa más ancha.
La primera sala se llama "sala de conciertos" porque la acústica es excelente. Hay una roca que suena como un xilófono si se golpea con la mano.
Es interesante que en el techo y el suelo de la cueva hay muchos agujeros perfectamente circulares. Según nuestro joven guía, hace miles de años, cuando la cueva estaba bajo el agua, una serie de remolinos fueron excavando dichos agujeros de forma lenta e inexorable. A un metro del suelo hay una especie de línea negra, que indica hasta dónde llegaba el agua en otra época.
En esta cueva hay pocas formaciones rocosas de las típicas "con forma de", ya que al parecer, durante un tiempo fue entregada en concesión y en ese período se rompieron muchas estalactitas y estalagmitas.
Como en cualquier cueva, no podían faltar pinturas rupestres del Homo Subnormalis, que ya podría tallarse los garabatos en la frente, ¡caramba!
También se hallaron en su día restos de mamíferos, incluyendo osos. Actualmente viven en la cueva varias especies de murciélagos.
Datos prácticos:
Horario: Hay un tour de 45 minutos cada hora, de 10:00 a 18:00 h., cada día de la semana. Eso sí, solo del 1 de abril al 31 de octubre. El resto del año está cerrada.
Entrada: 6 BGN (3 €) los adultos, 3 BNG (1,50 €) los niños, estudiantes, jubilados y personas con discapacidad.
¿Apta para niños? En mi opinión sí: el recorrido es corto y el espacio amplio.
Hay una pequeña pradera donde se puede aparcar, y la distancia hasta la cueva es de apenas unos cientos de metros.
En el interior de la cueva hay unos 14 ºC y un 80% de humedad casi todo el año. Es recomendable vestirse a capas, por ejemplo un jersey y un abrigo no muy gruesos, y también zapatos con suela antideslizante.
3. Casa museo de Filip Totiu
La entrada a la cueva Orlova Chuka también da derecho a visitar la cercana casa-museo de Filip Totiu, monumento histórico en el vecino pueblo de Dve Moguili. Está a unos 30 km. de Ruse y a solo 9 km. de la cueva Orlova Chuka.
No conocía la existencia de este revolucionario búlgaro antes de visitar su casa, pero siempre se agradece aprender algo nuevo. Filip Totiu vivió entre 1830 y 1907, y es conocido por participar en la lucha contra el dominio otomano junto a otros revolucionarios más conocidos como Rakovski o Hristo Botev.
Como pasó los últimos años de su vida en esta casa, ha sido convertida en un museo en su honor. Además de múltiples paneles que cuentan lo más destacado de este personaje, las habitaciones de la casa están como lo estuvieron en vida de Totiu, con muebles y enseres de la época.
Hay muchísimo más que ver en la provincia de Ruse, pero dejo el post aquí, o sería demasiado largo. Aquí tenéis la segunda parte, en la que hablo de un lugar que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y que es sin duda lo más famoso de la zona de Ruse.
Me ha gustado mucho. Puede ser que vaya 1 año a estudiar a Stara Zagora
ResponderEliminarcomo se puede escribirte porfa ?
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