Mis vecinos búlgaros
Los vecinos no suelen ser amigos del alma, pero ya que viven pegados a nosotros, es mejor llevarse bien con ellos en la medida de lo posible. En mi edificio hay fauna muy variada y a todos mis vecinos búlgaros les he puesto algún mote según su característica principal:
El culturista:
Es un treintañero pero ya está casi calvo. No sé si es culturista en el sentido estricto de la palabra, pero desde luego se toma el desarrollo muscular muy en serio. Tiene un almacén en el sótano que ha convertido en un gimnasio casero y está lleno de máquinas de hacer ejercicio: banco de abdominales, remadora, pesas, elíptica... Sus hombros son muy anchos pero su cintura es normal, así que su torso tiene forma de triángulo invertido, como un dibujo animado. Siempre parece que le vayan a reventar las camisetas.
Cuando me cruzo con él suele venir de su gimnasio y va hecho un cristo, pero aunque me pone nerviosa, es muy majo. Una vez que no funcionaba el ascensor subió el cochecito de mi hijo pequeño por las escaleras, sin parar en ningún rellano a recuperar el aliento. ¡Con el niño dentro!
Los jubilados cotillas:
Un clásico de cualquier bloque de apartamentos. Su única hija se ha ido a vivir al extranjero y ahora que están jubilados se aburren como ostras. Controlan todas las idas y venidas de todos los vecinos y lo saben todo de todos. Se apuntan a cualquier movida. Aunque sean cotillas son majos y muy tolerantes con los niños.
El pianista:
No he identificado aún de qué piso procede la música, pero es una maravilla tener un vecino que toca el piano. Cuando llegamos, fuera quien fuera estaba aprendiendo y se le daba fatal, pero ahora toca bastante bien, y aunque llegan amortiguadas por varias paredes, oír sus melodías es un placer.
La pasota:
No habla con nadie, no viene a las reuniones de vecinos, no saluda cuando se cruza con alguien por la escalera. Para ella los vecinos son simplemente seres vivos con los que tiene que compartir el oxígeno. Una borde antipática, así que todos nos alegramos de que nos ignore, la verdad.
El misterioso:
Sabemos que vive ahí porque va pagando cuando toca, pero no da señales de vida. No se le oye, no asoma la nariz, y nadie parece saber siquiera qué aspecto tiene. Periódicamente nos inventamos historias sobre él, desde que es un testigo protegido del Gobierno a que tiene algún negocio clandestino en el comedor.
El soltero:
Sólo salen tres sonidos de su piso: los correteos de su perro pasillo arriba y abajo; los gemidos de su somier cuando consigue ligar, y música fuerte y risas hasta las tantas cuando invita amigos los fines de semana. A mi no me molestan en absoluto porque total, mis hijos son más ruidosos que él, y por la noche caigo en coma profundo nada más apoyar la cabeza en la almohada. Lo que tiene el agotamiento materno.
El mafioso:
No es un mafioso de verdad (al menos que yo sepa), pero le bauticé así mentalmente cuando me vine a vivir aquí. Cincuenta y pico, casi calvo, bizco y suele pasearse por las zonas comunes con el mismo atuendo que por su casa: pantalones cortos y camiseta interior negra de tirantes, tanto en invierno como en verano.
Como tiene cocina americana, cuando tiene invitados instala su barbacoa portátil en el patio, o en el garaje si es invierno, porque a su mujer no le gusta que le deje el comedor lleno de humo y olores. Adora ser anfitrión, es el que siempre organiza las cenas de vecinos, en las cuales siempre lleva, cómo no, su camiseta interior sin nada encima.
Su mujer también parece la mujer de un mafioso: muy elegante, no trabaja fuera de casa, tiene el piso decorado a todo lujo (y con muy buen gusto), y lleva siempre prendas o complementos con print animal.
Esta pareja es un ejemplo fantástico de por qué no hay que juzgar a la gente por su aspecto: son con diferencia los más amables y educados del edificio. Él siempre me abre las puertas cuando voy con los niños, ella es la simpatía personificada. Además, la veo a menudo por la calle, cuando sale del supermercado, ofreciendo algo de su comida a la gitana que suele esperar fuera, o dandole unas monedas a alguna jubilada que pide en una esquina.
Y sobre todo, lo que más les agradezco es lo de las zapatillas. Cuando escribí sobre la costumbre búlgara de llevar siempre zapatillas por casa, conté que los vecinos de abajo se habían quejado de que las mías hacían mucho ruido, y me hicieron probar varias hasta que dimos con unas suficientemente silenciosas. Pero desde que nació mi hijo pequeño, que es de alta demanda y bastante ruidoso (alaridos, objetos al suelo constantemente), no han abierto la boca a pesar de vivir justo debajo y tragarse todo el ruido.
Los búlgaros en general suelen ser muy buenos con los niños. Estos en concreto entienden perfectamente que los niños son niños, que juegan y que hacen ruido, y tienen mi gratitud eterna por eso.
Aunque cada uno tiene sus cosas, en general no me puedo quejar de vecinos. Me pregunto qué opinan ellos de nosotros, porque en casa es inevitable que los niños tiren cosas al suelo, que griten cuando se pelean...
¿Cómo son vuestros vecinos? ¿Os llevás bien con ellos?
El culturista:
Es un treintañero pero ya está casi calvo. No sé si es culturista en el sentido estricto de la palabra, pero desde luego se toma el desarrollo muscular muy en serio. Tiene un almacén en el sótano que ha convertido en un gimnasio casero y está lleno de máquinas de hacer ejercicio: banco de abdominales, remadora, pesas, elíptica... Sus hombros son muy anchos pero su cintura es normal, así que su torso tiene forma de triángulo invertido, como un dibujo animado. Siempre parece que le vayan a reventar las camisetas.
Seguro que come muchas espinacas. |
Cuando me cruzo con él suele venir de su gimnasio y va hecho un cristo, pero aunque me pone nerviosa, es muy majo. Una vez que no funcionaba el ascensor subió el cochecito de mi hijo pequeño por las escaleras, sin parar en ningún rellano a recuperar el aliento. ¡Con el niño dentro!
Los jubilados cotillas:
Un clásico de cualquier bloque de apartamentos. Su única hija se ha ido a vivir al extranjero y ahora que están jubilados se aburren como ostras. Controlan todas las idas y venidas de todos los vecinos y lo saben todo de todos. Se apuntan a cualquier movida. Aunque sean cotillas son majos y muy tolerantes con los niños.
"Cariño despierta, que te toca montar guardia en la mirilla". |
El pianista:
No he identificado aún de qué piso procede la música, pero es una maravilla tener un vecino que toca el piano. Cuando llegamos, fuera quien fuera estaba aprendiendo y se le daba fatal, pero ahora toca bastante bien, y aunque llegan amortiguadas por varias paredes, oír sus melodías es un placer.
La pasota:
No habla con nadie, no viene a las reuniones de vecinos, no saluda cuando se cruza con alguien por la escalera. Para ella los vecinos son simplemente seres vivos con los que tiene que compartir el oxígeno. Una borde antipática, así que todos nos alegramos de que nos ignore, la verdad.
El misterioso:
Sabemos que vive ahí porque va pagando cuando toca, pero no da señales de vida. No se le oye, no asoma la nariz, y nadie parece saber siquiera qué aspecto tiene. Periódicamente nos inventamos historias sobre él, desde que es un testigo protegido del Gobierno a que tiene algún negocio clandestino en el comedor.
El soltero:
Sólo salen tres sonidos de su piso: los correteos de su perro pasillo arriba y abajo; los gemidos de su somier cuando consigue ligar, y música fuerte y risas hasta las tantas cuando invita amigos los fines de semana. A mi no me molestan en absoluto porque total, mis hijos son más ruidosos que él, y por la noche caigo en coma profundo nada más apoyar la cabeza en la almohada. Lo que tiene el agotamiento materno.
No es tan mono como Paul Rudd, ¡ojalá! |
El mafioso:
No es un mafioso de verdad (al menos que yo sepa), pero le bauticé así mentalmente cuando me vine a vivir aquí. Cincuenta y pico, casi calvo, bizco y suele pasearse por las zonas comunes con el mismo atuendo que por su casa: pantalones cortos y camiseta interior negra de tirantes, tanto en invierno como en verano.
Como tiene cocina americana, cuando tiene invitados instala su barbacoa portátil en el patio, o en el garaje si es invierno, porque a su mujer no le gusta que le deje el comedor lleno de humo y olores. Adora ser anfitrión, es el que siempre organiza las cenas de vecinos, en las cuales siempre lleva, cómo no, su camiseta interior sin nada encima.
Su mujer también parece la mujer de un mafioso: muy elegante, no trabaja fuera de casa, tiene el piso decorado a todo lujo (y con muy buen gusto), y lleva siempre prendas o complementos con print animal.
Esta pareja es un ejemplo fantástico de por qué no hay que juzgar a la gente por su aspecto: son con diferencia los más amables y educados del edificio. Él siempre me abre las puertas cuando voy con los niños, ella es la simpatía personificada. Además, la veo a menudo por la calle, cuando sale del supermercado, ofreciendo algo de su comida a la gitana que suele esperar fuera, o dandole unas monedas a alguna jubilada que pide en una esquina.
Y sobre todo, lo que más les agradezco es lo de las zapatillas. Cuando escribí sobre la costumbre búlgara de llevar siempre zapatillas por casa, conté que los vecinos de abajo se habían quejado de que las mías hacían mucho ruido, y me hicieron probar varias hasta que dimos con unas suficientemente silenciosas. Pero desde que nació mi hijo pequeño, que es de alta demanda y bastante ruidoso (alaridos, objetos al suelo constantemente), no han abierto la boca a pesar de vivir justo debajo y tragarse todo el ruido.
Los búlgaros en general suelen ser muy buenos con los niños. Estos en concreto entienden perfectamente que los niños son niños, que juegan y que hacen ruido, y tienen mi gratitud eterna por eso.
Aunque cada uno tiene sus cosas, en general no me puedo quejar de vecinos. Me pregunto qué opinan ellos de nosotros, porque en casa es inevitable que los niños tiren cosas al suelo, que griten cuando se pelean...
¿Cómo son vuestros vecinos? ¿Os llevás bien con ellos?
Pues yo actualmente vivo en un edificio de 13 pisos y cinco manos cada piso así que no conozco a casi nadie. Hay muchos que por horarios coincido en el ascensor o portal y poco más. Lo que me hace gracia de mis vecinos es que, en general, se creen superiores por vivir en este edificio de "postín" y luego son los más maleducados y guarros. Dejen el portal hecho un asco, algo que jamás he visto en mi antiguo edificio o en casa de mis padres.
ResponderEliminarLo del culturista me llama la atención ¿en Bulgaria no hay gimnasio públicos? Lo digo porque se habrá gastado un pastón en sus máquinas.
¿Hacéis parrilladas de vecinos??
Besos
Qué curioso, por un lado creerse importantes y por el otro ser tan guarros... Además mira que es difícil dejar el portal sucio, si con no tirar porquerías es suficiente. Vaya perlas de vecinos te han tocado...
EliminarEn Bulgaria sí hay gimnasios, pero este debe querer intimidad jaja!
Me encantan tus vecinos, o por lo menos cómo lo has contado, un post muy entretenido ;-) Yo sólo tengo unos arriba y una abajo. Los de arriba son un matrimonio portugués de unos 50, él es el portero y se cree el dueño del edificio y ella es una obsesionada de lavar y pone lavadoras TODOS los días (te recuerdo que aquí compartimos lavadora, además no me salen las cuentas siendo dos nada más). No me llevo mal con ellos, pero porque no quiero, simplemente los soporto, aunque preferiría que no estuvieran. Abajo vive una chica joven, mitad suiza mitad colombiana y con ella no tengo ningún problema, muy maja. Toma rollo que te he largado, jeje. Un besote!
ResponderEliminarAnda qué raro, ¿lavadoras cada día para dos personas? Si tuvieran hijos lo entendería porque los niños se ensucian mucho de pequeños, y las sábanas, etc...
EliminarMenos mal que la de abajo es maja, realmente los de arriba y abajo son los vecinos más importantes, para lo bueno y para lo malo. :)
Pues aun parecen bastante normales!! a mi es que me cuesta mucho quedarme con las caras, y ahora despues de dos años empiezo a reconocerlos xD Tienes suerte de no tener una familia de tarados encima como me pasa a mi!!!
ResponderEliminarYa, es que cuesta registrar las caras de los vecinos si casi no les ves! Lo ideal es alguna reunión vecinal al principio para quedarte con las caras y pode asociarlas al nombre y al piso. O que repartan folletos con toda esta info cada vez que alguien se muda al edificio, ¿te imaginas? :)
EliminarSuele pasar que los que tienen una apariencia más sospechosa al final son los más amables. Yo por desgracia solo tengo de vecinas a las vacas, las cabras y a una vecina media loca que se cree la dueña de todo el pueblucho infernal (mi casa incluída). Así que no veas las ganas que tengo de irme de aquí y no volver ni de visita!!
ResponderEliminarUn beso
¿Por desgracia? Al contrario! Todo el que vive apretujado en la ciudad desearía poder vivir en el campo con las vacas por vecinas. Y encima una casa, eso es mucho mejor que un piso! Libertad total y más espacio, paz y tranquilidad.
EliminarEs curioso, el césped siempre parece más verde al otro lado, ¿verdad? :)
jaja, el mundo de los vecinos es de lo más interesante pero tu tienes una gran variedad.
ResponderEliminarNosotros vivimos en una finca antigua en Sagrada Familia y la verdad es que la mayoría son abuelos que llevan allí toda la vida y somos pocas parejas jovenes.
Por suerte hay en general buena relación y nos solemos ayudar todos, al final cuando te pasa algo es bueno saber que tienes algún vecino que te pueda echar una mano.
Yo vivía por ahí de pequeña! Me encantaba!
EliminarLas parejas mayores suelen ser buenos vecinos porque no son ruidosos y casi siempre están en casi si necesitas algo. Me alegra que os llevéis bien, nunca se sabe cuando puede hacer falta un favor de vecino.. :)
En mi finca hay un poco de todo, pero justo la vecina que tenemos arriba es lo peor! Una mujer de la edad de mis padres que se pasa el día de arriba a abajo montada en sus zapatos de tacón/ zapatillas de andar por casa también de tacón, y todo el día y la noche arrastra muebles y se le caen cosas. Parece una exageración, pero no. La odio de tantas veces que ha despertado a mi hija y aunque de recién nacida les pedimos amablemente que no hicieran tanto ruido de noche porque dormimos debajo con la niña, les importó tres pepinos. Ahora que Valkiria ya habla le estoy enseñando a decir vecina mala, a ver si algún día se lo suela a la cara, jajajaja... Solo me gusta el verano porque se van.
ResponderEliminarNosotros durante unos años vivimos debajo de una chica que tocaba el piano y era una maravilla porque ademas tocaba desde clásico a Metallica o Yann Tiersenn. Le aplaudíamos y todo cuando acababa. La pobre era adolescente y seguro que se moría de vergüenza, pero lo hacía taaan bien!.
Jaja caramba con los zapatos de tacón! Yo me he acostumbrado a ir en zapatillas en casa como los búlgaros, y me parecería muy incómodo ir con zapatos de calle, ¡y más tacones!
EliminarPero la vecina pianista seguro que compensaba, no? Es una pasada! El mío no toca canciones modernas como la tuya, pero algo es algo.. :)
Tremenda fauna, de lo mas variado :) Nosotros nos hemos mudado en Septiembre, los vecinos son todos el mismo perfil mas o menos que nosotros: familias con 1 o 2 nin~os. Como es el mismo barrio y tenemos los nin~os en el mismo cole ya los conocia mas o menos, lo que aqui a pesar de ser un pueblo es todo muy anonimo, buenos dias y de ahi no pasa.. si acaso algo relativo a los nin~os y el cole..
ResponderEliminarEn Plovdiv, en el edificio de mi suegra hay un especimen muy tipico, un policia jubilado que ademas de vigilar las entradas y salidas se inventa historias de todo tipo. como por ejemplo le dice a mi suegra vi la luz encendida en tu piso y oi ruidos, seguro entraron a robar, ella le dice pero si no falta nada y la puerta esta bien cerrada.. en fin que se abuerre el hombre :)
Justo estuve en Plovdiv hace poco, ¡cómo me gusta esa ciudad!
EliminarEse policía jubilado da muy mal rollo, eso de inventarse cosas no mola. No se bromea con esos temas! Entiendo que se aburra pero no puede ir asustando así a los vecinos..
Tienes suerte de vivir rodeada de otras familias, porque seguro que todos entienden que hagan ruido no?
El culturista solo por lo del carro se merece un monumento!!! Yo ahora vivo en una comunidad jubilada y muy bien, la verdad.
ResponderEliminarJaja ese día aluciné en colores! Fue brutal.
EliminarLos jubilados deben ser buenos vecinos no? Aunque suelen estar muy aburridos también son tolerantes y normalmente les gustan los niños.
Serás fácil de clasificar: La española jajaja. Pues que bien que el del piano toque bien, porque como sea como los niños cuando aprenden flauta ¡Vaya tortura! Yo, la verdad es que no conozco a todos mis vecinos. Aún hay algunos que no los tengo ubicados ¡y llevo 13 años en el piso! Pero es que somos 70 puertas y es imposible.
ResponderEliminarLa española de los niños escandalosos jiji!
EliminarEl del piano ya toca bastante bien, sí. Teniendo en cuenta que lo que suelo escuchar es Peppa Pig y Cantajuegos, melodía de piano de fondo es más que bienvenida.
Con 70 vecinos es imposible que los conozcas a todos, aunque llevaras 20 años ahí!
HOla. tuviste suerte con los vecinos aunque no me haría muha gracia tener cerca al del piano... Qué bien que entienden que los niños niños son y no te comentan nada de los ruídos o los lloros. A mí me llamaron la atención porque una de mis peques a las 6 de la mañana se despertaba llorando... Pobre era recién nacida y tenía hambre... pues todo eran problemas... en fin... es una suerte tener vecinos agradables o como la borde que no se metan en nada... seguimos en contacto
ResponderEliminarEl piano se oye muy de fondo y no molesta para nada, en realidad me gusta oírlo.
EliminarMe parece muy fuerte que tus vecinos se quejaran porque el bebé llorase. Es lo normal en un bebé! Son niños, no plantas.
Jajajaja, ¡¡¡me parto de risa!!! Está buenísimo este post. Sabes que aquí he visto, hablando de los jubilados cotillas, una cosa súper interesante y medio aterradora... hay señoras que ponen un espejo retrovisor afuera de su ventana (pero instalado con todos sus tornillos) y me imagino que desde la comodidad del sillón se dan banquete con lo que pasa en la cuadra.
ResponderEliminarUn abrazo desde Budapest
De verdad?? lo del espejo me ha dejado O_o
EliminarOye esto te da para un post, eh? Haz una versión húngara! :)
Ay esos vecinos!
ResponderEliminarMás del culturista, más jejejej.
Como en éste barrio se vive en casas, yo sólo tengo a mis suegros arriba, pero como no entramos por las mismas puertas pues casi ni nos vemos.
Pero la casa de la derecha es una vieja casa comunal comunista, tu también las tendrás; los de la izquierda eran una guardería judía ortodoxa y los del fondo del jardín a la otra calle son los rusos.
En Buenos Aires vivía en un edificio de 25 plantas con tres semipisos cada uno. Imagina. En el 25A, solía vivir gente famosa, hacía muchos ańos era Ricardo Darín y cuando yo vivía allí, el tenista Guillermo Cańas. Imagina que ibas a tomar a tomar el ascensor y el conserje te dijera que lo acababa de tomar un paisano tuyo, Carles Moyá, muy amigo de Cańas y de Buenos Aires, y tu ahí con la boca abierta!
¿Qué entiendes por "casa comunal comunista"? Esos bloques de pisos enormes? Sí, aquí los hay a patadas, yo los llamo colmenas comunistas. ><
EliminarNo sé qué decir de que tengas a los suegros justo encima.. mejor me callo! :D
Por cierto... ¿casi te cruzaste con Carlos Moyá? me encanta ese hombre!! Respiraste el mismo aire que él jaja!
Jajajaj, menudos motes, es verdad que algunos la apariencia los mata, y luego resultan ser un encanto. Yo.. No tengo apenas relación con los vecinos de mi edificio, son la mayoría viejos, con lo que... Y luego hay un piso que es de alquiler, y cada mes o dos tiene inquilinos nuevos.
ResponderEliminar¿Entonces no tienes problemas con ninguno? Eso está bien, porque viviendo pegados llevarse mal es un rollo. Mejor llevarse bien, o si no, al menos no llevarse mal! :)
EliminarQuiero un vecino de abajo como el tuyo! Los nuestros ya ni nos hablan!
ResponderEliminar¿Por qué, no les gustan los ruidos típicos de niños? Si son de los que se quejan por todo también les molestaría tener encima a un soltero que montara fiestas hasta las tantas... Hay gente que cree que los niños tienen que ser como plantas y no moverse ni hacer nada.
Eliminarjajjajaja mola la entrada...
ResponderEliminarYo he sido de esas que tocaba el piano (de un nivel inicación a 7 años tocando... nunca imaginé que a algún vecino le llegara a gustar.... jajaja)
En lo demás.. pues mira... hasta el año pasado yo era la vecina del piso de arriba de mi casera. Que era un amor. Me hacía muchos días la comida... un encanto. Nos despedimos llorando y nos seguimos llamando. Un barrio de clase obrera, con bastante gente mayor. Súper tranquilo... unos traficantes de droga de poquísima monta a tres puertas y poquito más...
Ahora vivo en otra ciudad, en un macro-edificio de 13 pisos, con 6 vecinos por planta. Y solo conozco a una que tiene dos perros (me sé el nombre de los perros, pero nada más... ni el de ella) y al portero... A veces coincido en el ascensor con un padre y su hijo medio dormido antes de ir al cole. Ya. Este es un edificio medio pijo en el que nadie quiere saber nada de nadie, para bien y para mal.
Pues quizá tenías a algún vecino embelesado con tus melodías, por sencillas que fueran a esa edad. Pero oye, alucino con que tu casera te hiciera la comida! Eso es cariño!
EliminarDebe ser un gran contraste para ti vivir en tu actual edificio, sin apenas trato con los vecinos. Pero lo de saberte los nombres de los perros y no el de su dueño es para partirse de risa!! XD
Jajaja, vaya fauna, aunque parece que son muy buena gente. Aquí en Viena la mayoría va a su bola. Yo en mi escalera, un asco, saludos y punto. Con la única que tengo relación es con la portera que es croata. Por cierto, aqui también llevamos zapatillas. Yo no concibo otra cosa, ahora me niego a llevar zapatos hasta cuando voy a casa de mi madre en España. Me parece poco higiénico :)
ResponderEliminarPues me pasa igual, ahora que me he acostumbrado a las zapatillas de estar por casa ya me resultaría incómodo llevar zapatos! ¿En Viena los suelos son baldosas o parqué? Porque eso también influye.
Eliminarpues mi lectura de cama ha sido esta y me ha encantado y lo que me he reido..... verdad quieres que te cuente lo de mis vecinos???? es que creo que alguno me lee..... pero vamos que este post tuyo debería ser un carnaval como mínimo... y todas tenemos que contar cosas de los vecinos de escalera!!!! yo tengo de todo un poco, hasta una sra. que pidió la invalidez en su trabajo y ahora pasea perros.... bueno los perros la pasean a ella.
ResponderEliminarbesitos
Pues haz un post de vecinos! Por si alguno te lee puedes usar motes! Venga, que nos reiremos.. :D
EliminarUnos vecinos muy interesantes. El culturista me encantaría verlo, sobretodo porque me lo he imaginado con eso del triángulo invertido y me ha hecho gracia.
ResponderEliminarEn todos los edificios hay jubilados aburridos, los del mío se sientan en el banco de delante de la puerta para ver quien entra y quien sale del edificio.
Yo no conozco a todos los vecinos. Aparte de ser un edificio grande estamos de alquiler, así que somos como unos apestados y no nos invitan a las reuniones de escalera!! jajaja
Conozco a los de mi rellano y a un par más.
A mi lado tengo a un señor que de pronto empieza a dar palmadas y soltar alaridos. Mi marido y yo decimos que debe ser que las luces funcionan así, porque no tenemos otra cosa! jejeje.
Enfrente nuestro vivía una señora mayor, clienta de mi madre. Simpática y muy amable que adoraba a mis mininos, pues ella había tenido también y no le molestaban.
Al lado de ella, una pareja joven, como nosotros y también alquilados. Además fueron padres tres meses antes que nosotros. Una niña muy llorona cuando nació, pobreta, seguro que eran cólicos a mi me sabía fatal, porque mi enana no lloraba nunca (aunque alguna vez algún vecino me paraba y me decía: mira, la niña que tanto llora. A lo que yo contestaba; pues va a ser que no es esta, que hay más bebés en el edificio.).
Sé de una vecina muy simpática, pero está en la escalera B. Y me la encuentro a veces en la puerta y siempre me paro a saludarla, es todo un amor. Después está el matrimonio que vive encima nuestro (debajo, por suerte para quien fuera, no tengo a nadie). No se han presentado nunca, ni saludan al vernos, pero en cuanto supo que era la hija de la que tiene la lampistería en la esquina, fue corriendo a la tienda, para presentarse a mi madre, decir que era vecina y que le hiciera un descuento en un grifo de baño. A lo que mi madre, obviamente, se negó. Son personas que a la 1 de la madrugada deben aburrirse y empiezan a mover los muebles para limpiar, y eso que están jubilados. Los fines de semana tienen a la tropa en casa, hijos y nietos y es un sinfin de ruidos de sillas y niños. Ese día la peque no suele dormir mucho la siesta, siempre intentamos que ese día estemos nosotros fuera.
Saludos
Lo del triángulo invertido era una forma de hablar jaja! Me refería a que tiene los hombros muy desarrollados. Es muy majo, la verdad.
Eliminar¿Qué le pasa al señor que va gritando? Debe tener algún problemilla el pobre porque no
es muy normal.
Has tenido suerte con los jubilados, la pareja y la vecina simpática, aunque la vecina caradura que buscaba descuento con todo el morro es para darle de comer aparte. Si fuerais amigos vale, pero sin conoceros ya ir pidiendo porque sí... Menos mal que tu madre le dijo que no!
Ains....yo llevo una culturista dentro, a veces me ha tocado subir carro y niño a pulso por las escaleras porque mi marido no ha sabido cogerlo y lo estaba volcando. Ya sabes, muy "digna" le grito que ya lo hago sola y subo sin descansar para no herir a mi orgullo ajaj..pero por dentro estoy agotada! También tengo parte de vecina cotilla, y para vecino pianista tengo a los flautistas, que es parecido pero peor porque tocan fatal pero alguien les ha debido decir que sigan.
ResponderEliminarlo de que son buenos con los niños ya sabes que lo he probado jeje, y tienes razón, son siempre sonrisas y cariñitos con los niños, nada que ver con unos cuantos españoles que si pudieran, se los comerían.
Ay con lo delgada que eres no te veo de culturista! XD Me cuesta creer que tu sola pudieras cargar el carro con el niño dentro. Ve con cuidado no te lesiones la espalda!
EliminarEl aprecio que tienen los búlgaros por los niños realmente no tiene comparación con lo de los españoles. Como dices, algunos se los comerían.. :)
Oye maja pues que sepas que la que lo sube y lo baja por las escaleras con el niño dentro soy yo. Mi marido para eso es un cero...la excusa del cigarro me tiene harta.
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarHoy he compartido (a mi manera) en el blog una de tus entradas ;)
Muchas gracias siempre por tus anécdotas. Me he reído mucho con tus vecinos :P
Un fuerte abrazo.
Hola Nora! Lo he leído antes, me ha salido en mi lista de lectura de Blogger.
EliminarMuchas gracias por hablar tan bien de mi, ya he comentado antes.
Un abrazo! :)
Me encanta tu blog!! Besos de Mexico
ResponderEliminarMuchas gracias! :)
EliminarJejeje curioso el tema de los vecinos. Son como la familia, que no la puedes elegir.
ResponderEliminarEn mi edificio yo tengo algunos localizados. El más notorio, el de mi izquierda, un hombre mayor, que le da al pirriaque cosa fina, que se trae "amigas profesionales" a casa... y que tiene los santos coj... de quejarse cuando yo invito a amigos, o pongo música (Nunca más allá de las 22) o, atención, me ducho. La única forma de combatirlo, ponerse a su nivel, si se queja, me vuelvo una histérica y le grito hasta que se esconde.
Claro, no los elegimos, por eso mejor llevarse bien con ellos.
Eliminar¿En serio se trae prostitutas? Jaja no sabía que las hay a domicilio! Muy práctico. XD
¡Cuánto he tardado en pasar por aquí esta semana! Mis vecinos actuales son bastante normales: un matrimonio mayor y familias con niños, pero como la gente ya no tiene contacto con los vecinos es que no sé nada más de ellos. Bueno si, que son todos muy independentistas por las banderas colgadas en todos los balcones excepto en el mío. Estoy por sacar una bandera andaluza, porque como es una moda que se estila en el edificio, no quiero desentonar. A mí se me metió una vez en la cabeza que mi vecino de enfrente de mi casa de Málaga era un mafioso que enterraba gente y drogas en el jardín. Con lo de los muertos me equivoqué, pero con lo de los alijos de droga acerté de pleno.
ResponderEliminarJajaja no me digas que tenías un vecino narco! En serio? Y cómo lo descubriste, lo detuvieron? Ahora, puede que sí tuviera el jardín lleno de cadáveres jiji!
EliminarUn vecindario muy variopinto, todos podríais ser protagonistas de una serie.
ResponderEliminarYo vivo en un bloque de 7 y todos solteros, como imaginarás nosotros con dos niños de 4 años y 20 meses somos los únicos que parece que vivimos allí, gritones y ruidosos je je je
Ya, los solteros suelen considerar ruidosas a las familias, pero ellos también hacen otro tipo de ruidos.. No creo que se puedan quejar! :)
EliminarJajajaja!! Menuda fauna, me ha encantado!!
ResponderEliminarEn casa de mi madre no tenemos vecinos, casi todo son oficinas... pero en mi nuevo piso, en el que aún no vivo, hay una fauna digna de otro post... aunque aún me faltan datos para redactarlo. Eso sí, tenemos un grupo de wasap que es un infierno, aaaggghh!!
Besotes!
¿Grupo de Whatsapp de vecinos, en serio? Huyeeee! ;)
EliminarLa de historias que puedes montar con tanta variedad! Yo vivo en un edificio de cuatro casas, pero es propiedad de mis suegros y están todas vacías, menos una de ellas que es donde se quedan cuando vienen a la ciudad (porque viven en el campo). Pero sí que tengo vecinos de lo más variados.
ResponderEliminarLa casa de la derecha es de estas familiares con un negocio tranquilo debajo. No los oyes. Pero al menos una vez al mes ponen en marcha el taladro. Mi marido le tiene puesto El Escorial, porque a cada rato están de obras. Además, de que el marido se pone a correr en la cinta eléctrica a la una de la madrugada, al lado de mi habitación, y el pum-pum-pum de los pies en el suelo no es la mejor sintonía para dormir, pero bueno.
A la izquierda un taller de carpintería que desde hace unos meses es clandestino, con lo cual el dueño trabaja con la puerta cerrada y de noche "para pasar desapercibido". Con las máquinas de corte a las 3 de la madrugada muy desapercibido no pasa, pero nadie se queja sino de puertas adentro. Es muy majo, pero habla hasta por los codos, así que es preferible evitarle si llevas prisa.
Y enfrente un taller mecánico de motos. Así, como lo oyes. Vivo enfrente de un taller de motos que está de 9 a 7 bruuum bruuum bruuum con rabia. Además de que sus clientes moteros llegan acelerando y se van acelerando hasta que doblan la calle, y tienen media calle llena de motos.
Supongo que es lo que tiene vivir en el mismo centro de todo, pero no me quejo. Hacen ruido, porque lo necesitan por sus labores, pero ellos son tranquilitos y no te enteras de que están aquí si no es por sus ruidos.
Madre mía menudo jaleo! Alucino con el carpintero... Cortar madera a las 3 de la mañana no es normal! Aunque peor es el taller de motos, con el ruido que hacen al arrancar esas máquinas de matar (¿se nota que no me molan?). menos mal que dices que como personas son todos tranquilitos, eso es que es poco probable que os den problemas serios. :)
EliminarHola, yo también soy un expatriado, nacido cerca de Barcelona, me encanta como tratas los temas, mucho talento, muy divertido. Muy bueno esto de los vecinos. Yo tengo una vecina profesora de piano, pero aún no he tenido la suerte de oírla tocar, eso sí, me pone la basura delante de mi fachada a cualquier hora del día y si los gatos la rompen, se hace la longuis y no limpia, pero bueno, cuando se lo digo se ríe mucho, un encanto.
ResponderEliminarGracias por tus anécdotas tan divertidas y tan bien contadas.
Adelante con tu blog que está perfecto.
Aggg lo de la basura es asqueroso! Con la peste que echa! Y si encima están las bolsas rotas, aún peor! Yo creo que deberíais decirle algo porque eso puede atraer ratas o cucarachas.
EliminarGracias por leerme y por comentar. :)
Con los vecinos, en general hay cordialidad, de saludarse y pararse a hablar: cómo están?, pregunto yo, cómo está el peque?, responden ellos, pero pienso que encierra un poco de falsedad, pues algunos de ellos creo que están hartos de mi Rosquis ruidoso pq preguntan si irá a la guarde. La única que se queja es una solterona con dos gatos que siempre andan sueltos por los rellanos y que sube a media mañana a decir que la despertamos. Hay fauna en todos los sitos! besitos!
ResponderEliminarClaro, es que los niños hacen ruido, dimelo a mi que mis hijos son muy ruidosos. Sinceramente, antes de tener hijos yo era bastante finolis con el tema de ruidos ajenos, y es sólo ahora que de verdad entiendo que algunos son inevitables y tengo más paciencia. La solterona no debe saber nada de niños y por eso se queja, pero que se aguante, los niños son niños! :)
EliminarAhora hay que preguntarles qué apodo te han puesto a ti! xDDD
ResponderEliminaren mi edificio solo hay viejitas, yo soy "la nena peruana" x)
Probablemente "la española ruidosa" jeje... Estoy todo el día "Niñoooos recoged ahora mismo este desastre", "Nooooooo, los vasos de la vitrina noooooo!", CRASH! PUM! BAMMMM! ;)
EliminarEste post me lo he guardado para más tarde porque sabía que iba a reírme. Como descubran tu identidad te linchan entre todos (salvo el pianista y elcachas, quizás). Diría que vives en un edificio muy antiguo si se oye todo tan bien :) cuando vivía en el centro también disfrutaba de escuchar a los vecinos... ahora el hormigón ayuda a oírlos menos. En mi finca además el 75% cae en la categoría jubilados cotillas...
ResponderEliminarSi me linchan será por el ruido que hacen los niños, no por lo que he escrito, porque si lo piensas, realmente no he dicho nada malo de ellos. Excepto de la borde jaja!
EliminarMi edificio no es muy viejo pero han hecho algo mal en los lavabos y se oye todo por el conducto de ventilación. Son lavabos sin ventanas y lo necesita, muy raro pero bueno.. :)
El culturista da miedo. Siempre he desconfiado de la gente que se instala gimnasios en casa, será porque me suenan como el personaje aquel de Cabo de Miedo, o rollo -salí de la cárcel ayer y no me acostumbro a hacer ejercicio cerca de otros seres humanos-.
ResponderEliminarMis vecinos... tengo dos jubilados que ella, sobre todo, siempre me para y me cuenta su vida. Sobre todo me da el parte médico. Pobrecica, pienso que está muy sola. Luego el señor de los dos perros que dice buenos días y buenas tardes y me pregunta si me queda mucho para parir. Y la pareja melodramática del fondo, que tras al menos un año de discusiones tremendas todo el día, parece que están por divorciarse.
Sí, a mi también me daba miedo, pero es simpático. Igual en sus ratos libres se dedica a descuartizar gente o es un matón a sueldo, pero lo dudo jaja!
EliminarLos jubilados se deben aburrir mucho, se entiende que sean un poco cotillas, los pobres. :)
Yo todavía no vivo allí pero pasamos meses ya que tenemos casa porque mi marido es búlgaro. Lo malo es que casi todos los vecinos han estado en España y una que otra vez se me escapa. A que este trafica? Por lo de pinta de mafioso Jajaja por suerte no me han dicho nada. JJajajajajaja
ResponderEliminarUyy ojo con lo que dices que muchos búlgaros saben idiomas jaja! Yo al principio también hablaba pensando que nadie me iba a entender, pero estaba equivocada! ;)
EliminarVaya escáner les has hecho a todos xD
ResponderEliminarTe falta el asesino potencial que realmente es el "era un hombre muy amable y educado, compraba el pan todos los días" xD
Seguro que ellos también nos hacen un buen escaneo! Y tampoco he dicho nada malo, sólo de la borde antipática, porque lo es. No tengo ningún vecino con pinta de asesino, eso me daría yuyu.. ;)
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