El Museo Nacional de Ciencias Naturales de Sofía
Uno de los museos más interesantes de Sofía es el Museo Nacional de Ciencias Naturales de la Academia Búlgara de las Ciencias. Ubicado en el centro de la ciudad, muy cerca de la Iglesia rusa de San Nicolás, es el museo más antiguo de Bulgaria y también el de Ciencias Naturales más antiguo y el que tiene la colección más rica de los Balcanes.
Fue fundado en 1889 por el príncipe Fernando, entusiasta ornitólogo, lepidopterólogo y botánico aficionado.
Durante la Segunda Guerra Mundial el edificio fue destruido por los bombardeos, pero las colecciones se pudieron poner a salvo a tiempo. Tras la guerra se restauró y volvió a albergar las muestras que se exponen hasta el día de hoy.
Consta de 15 salas distribuidas en cuatro plantas en las que se exponen colecciones de fauna, flora y minerales de Bulgaria y de todo el mundo.
Planta 1. MINERALES
En esta planta se exhiben más de 1300 muestras de minerales. Aquí me habría venido bien un experto en minerales que me contara cosas de cada piedra. Como no entiendo mucho del tema, de limité a disfrutarlos por su aspecto, ¡algunos son preciosos! Hay una sala de minerales y otra con rocas de origen volcánico.
Planta 2. AVES, PECES Y REPTILES
Debe ser complicadísimo disecar un pájaro y que parezca vivo. Los taxidermistas del museo lo han conseguido, no parece que entras en salas llenas de cadáveres, sino un extraño zoo en el que todos su habitantes están quietos. Ocasionalmente hay alguno un poco despeluchado, imagino que son los ejemplares más antiguos del museo.
Me hizo gracia ver pingüinos, que parecen un poco fuera de lugar en Bulgaria. Y destaca un ejemplar de cotorra de Carolina, una especie ya extinta en todo el mundo.
Se pueden ver las 52 especies de anfibios y reptiles de Bulgaria, así como muchas otras de África, las Américas, Asia, Europa e Indonesia.
En otra sala de esta planta está representada la fauna marina del Mar Negro y del resto del mundo. Hay corales, conchas, y también peces grandes y tiburones.
Planta 3. MAMÍFEROS
Aquí se exponen la mayoría de los mamíferos existentes en Bulgaria y muchos de otras partes del mundo. Me gustaron especialmente los grandes felinos: hay leones, tigres, panteras, leopardos... Mientras le hacía una foto al tigre, me giré y casi me da un infarto porque tenía una leona con las fauces abiertas a un palmo de la cara. ¡Y es tan realista!
También hay osos polares, un rinoceronte, una foca monje, un oso del Himalaya y un búfalo enorme expuestos en bonitos dioramas.
Planta 4. FLORA E INSECTOS
En la última planta del museo están representadas las principales plantas medicinales que se pueden encontrar en Bulgaria y flora variada. Hay hierbas, plantas alpinas, flora de montaña, setas...
La sala de los insectos impresiona un poco, al rato de estar deambulando entre bichos con tantas patas y aguijones confieso que empezó a picarme todo el cuerpo. Recomiendo empezar por las mariposas y dejar los "bichos" para el final. De hecho la colección de mariposas es espectacular, hay ejemplares muy vistosos de todo el mundo.
En esta sala se pueden ver especies de Bulgaria y del resto de la península balcánica, europeas, tropicales, Indonesia, el Himalaya...
En general la visita al museo me gustó, me parece que vale la pena invertir las 5 levas. Yo dediqué poco más de una hora y me dio tiempo a verlo todo con calma.
Lo único que eché de menos fue ir con alguien que entendiera de fauna y flora y me fuera explicando cosas. Me habría venido bien uno de mis hermanos, que vive en Costa Rica y es lo que yo llamo un "bichólogo" entusiasta: es un loco por los animales que entiende de cualquier cosa relacionada con la naturaleza. Comparte esa pasión, además de nombre de pila, con el rey que fundó el museo.
El museo tiene un tour virtual en su página web, que, si bien es mejorable, es mejor de lo que hay en otros.
Un fallo que le encuentro a este museo es que, si bien todo lo expuesto está bien etiquetado en búlgaro y en inglés, algunos paneles informativos que hay con más texto están solo en búlgaro. Es ese sentido, el museo debería actualizarse un poco y facilitar las cosas a los turistas.
Para hacer fotos hay que pedir permiso, y solo se pueden hacer sin flash.
¿Es apto para ir con niños? Indudablemente sí, a los niños les encanta ver animales y aquí disfrutarán; solo hay que vigilar que los más pequeños no toquen los pocos que están fuera de una vitrina (en la sala de grandes mamíferos), pero casi todos están fuera del alcance de sus manitas.
El Museo Nacional de Ciencias Naturales es uno de los más populares de Sofía y recibe cada año una media de 50.000 visitantes. Si tenéis un rato libre por el centro de la ciudad, os recomiendo la visita.
Fue fundado en 1889 por el príncipe Fernando, entusiasta ornitólogo, lepidopterólogo y botánico aficionado.
Durante la Segunda Guerra Mundial el edificio fue destruido por los bombardeos, pero las colecciones se pudieron poner a salvo a tiempo. Tras la guerra se restauró y volvió a albergar las muestras que se exponen hasta el día de hoy.
Consta de 15 salas distribuidas en cuatro plantas en las que se exponen colecciones de fauna, flora y minerales de Bulgaria y de todo el mundo.
Planta 1. MINERALES
En esta planta se exhiben más de 1300 muestras de minerales. Aquí me habría venido bien un experto en minerales que me contara cosas de cada piedra. Como no entiendo mucho del tema, de limité a disfrutarlos por su aspecto, ¡algunos son preciosos! Hay una sala de minerales y otra con rocas de origen volcánico.
Planta 2. AVES, PECES Y REPTILES
Debe ser complicadísimo disecar un pájaro y que parezca vivo. Los taxidermistas del museo lo han conseguido, no parece que entras en salas llenas de cadáveres, sino un extraño zoo en el que todos su habitantes están quietos. Ocasionalmente hay alguno un poco despeluchado, imagino que son los ejemplares más antiguos del museo.
Me hizo gracia ver pingüinos, que parecen un poco fuera de lugar en Bulgaria. Y destaca un ejemplar de cotorra de Carolina, una especie ya extinta en todo el mundo.
Se pueden ver las 52 especies de anfibios y reptiles de Bulgaria, así como muchas otras de África, las Américas, Asia, Europa e Indonesia.
En otra sala de esta planta está representada la fauna marina del Mar Negro y del resto del mundo. Hay corales, conchas, y también peces grandes y tiburones.
Planta 3. MAMÍFEROS
Aquí se exponen la mayoría de los mamíferos existentes en Bulgaria y muchos de otras partes del mundo. Me gustaron especialmente los grandes felinos: hay leones, tigres, panteras, leopardos... Mientras le hacía una foto al tigre, me giré y casi me da un infarto porque tenía una leona con las fauces abiertas a un palmo de la cara. ¡Y es tan realista!
También hay osos polares, un rinoceronte, una foca monje, un oso del Himalaya y un búfalo enorme expuestos en bonitos dioramas.
Planta 4. FLORA E INSECTOS
En la última planta del museo están representadas las principales plantas medicinales que se pueden encontrar en Bulgaria y flora variada. Hay hierbas, plantas alpinas, flora de montaña, setas...
La sala de los insectos impresiona un poco, al rato de estar deambulando entre bichos con tantas patas y aguijones confieso que empezó a picarme todo el cuerpo. Recomiendo empezar por las mariposas y dejar los "bichos" para el final. De hecho la colección de mariposas es espectacular, hay ejemplares muy vistosos de todo el mundo.
En esta sala se pueden ver especies de Bulgaria y del resto de la península balcánica, europeas, tropicales, Indonesia, el Himalaya...
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En general la visita al museo me gustó, me parece que vale la pena invertir las 5 levas. Yo dediqué poco más de una hora y me dio tiempo a verlo todo con calma.
Lo único que eché de menos fue ir con alguien que entendiera de fauna y flora y me fuera explicando cosas. Me habría venido bien uno de mis hermanos, que vive en Costa Rica y es lo que yo llamo un "bichólogo" entusiasta: es un loco por los animales que entiende de cualquier cosa relacionada con la naturaleza. Comparte esa pasión, además de nombre de pila, con el rey que fundó el museo.
El museo tiene un tour virtual en su página web, que, si bien es mejorable, es mejor de lo que hay en otros.
Un fallo que le encuentro a este museo es que, si bien todo lo expuesto está bien etiquetado en búlgaro y en inglés, algunos paneles informativos que hay con más texto están solo en búlgaro. Es ese sentido, el museo debería actualizarse un poco y facilitar las cosas a los turistas.
Para hacer fotos hay que pedir permiso, y solo se pueden hacer sin flash.
Dirección:
Bulevar Tsar Osbovoditel, 1
(junto a la iglesia rusa de san Nicolás)
Precios:
Bulevar Tsar Osbovoditel, 1
(junto a la iglesia rusa de san Nicolás)
Precios:
Adultos: 5 BGN (2,50 €)
Niños hasta 6 años: 1.00 BGN (0,50 €)
Niños a partir de 6 años: 2.00 BGN (1 €)
Jubilados: 2.00 BGN (1 €)
Horario:
De lunes a domingo, de 10:00 a 18:00 h.
Niños hasta 6 años: 1.00 BGN (0,50 €)
Niños a partir de 6 años: 2.00 BGN (1 €)
Jubilados: 2.00 BGN (1 €)
Horario:
De lunes a domingo, de 10:00 a 18:00 h.
El Museo Nacional de Ciencias Naturales es uno de los más populares de Sofía y recibe cada año una media de 50.000 visitantes. Si tenéis un rato libre por el centro de la ciudad, os recomiendo la visita.
Sólo hemos visitado un museo con dioramas y eran espectaculares. No sé por qué no los utilizan en más sitios, porque para los niños (y para los adultos como yo también) dan una sensación de realismo que engancha. ¡Y qué económica es la entrada vista desde España!
ResponderEliminarEste tipo de museos me flipan, aunque ya estén "desfasados" y ya no puedan ampliar sus colecciones debido a las (muy acertadas, todo hay que decirlo) regulaciones sobre la flora y fauna silvestre.
ResponderEliminarCreo que son muy mejorables desde el punto de vista museográfico, la visita es muy rica cuando puedes ver al animal en determinadas posiciones, cuando puedes comparar ejemplares o cuando se complementa ver a un bicho y su ambiente, las relaciones entre los seres y lo frágiles que son los ecosistemas!
En fin, que me gustan mucho y que trabajaría FELIZ en un museo de Historia Natural o en un zoo xD
Hace un tiempo me hablaron muy bien sobre este museo, y sin duda parece que tiene muy buena pinta.
ResponderEliminarSin duda si alguna vez voy a bulgaria no me lo perderia, es una belleza, un compañero de trabajo tuvo la oportunidad y dice que le encantó, así que tocará visitarlo en vacaciones.