Espeleología en la cueva Lepenitsa

cueva Lepenitsa Bulgaria

Cerca de la tranquila ciudad de Velingrad, en el corazón de los montes Ródope, se encuentra la cueva Lepenitsa. Es poco conocida, pero vale la pena visitarla si estáis por esa zona.


Esta ha sido sin duda mi visita más intensa a una cueva búlgara. En claro contraste con las cuevas que había visitado anteriormente, el recorrido por ésta no es ningún paseo, sino una expedición de espeleología en toda regla (en este caso, entendiendo espeleología como exploración de cuevas y otras cavidades subterráneas naturales, no como la ciencia que las estudia). 

 

No recomiendo entrar sin estar preparados: son varias horas bajo tierra y hasta un no claustrofóbico puede sentir cierto agobio.


cueva Lepenitsa Bulgaria


Mi intención inicial era simplemente añadir un par de párrafos sobre la cueva Lepenitsa a mi post anterior sobre cuevas de Bulgaria, pero parece que apenas hay información práctica sobre ella en español en Internet, y en la cueva lo poquísimo que hay está todo en búlgaro.

Por ello le dedico un post entero con toda la información que nos dio el guía y mi propia experiencia personal, para que los turistas hispanohablantes sepan qué esperar antes de ir.

SOBRE LA CUEVA:


La cueva Lepenitsa se encuentra a 13 km de Velingrad, en el municipio de Rakitovo, en los montes Ródope. La carretera de acceso está en un estado regular: los últimos kilómetros hay asfalto pero lleno de socavones, y luego ya ni eso, tierra y grava (y más socavones). Lo ideal sería ir en un vehículo 4x4, aunque un coche normal sirve si se va con cuidado, y he visto a gente de la zona ir tan tranquila con cochecitos del año de la pera.

entrada cueva Lepenitsa Bulgaria


Lepenitsa es una cueva de mármol y tiene tres niveles. El nivel inferior es intransitable, puesto que por ahí pasa un río. Los otros dos niveles son accesibles, pero solo el intermedio está abierto para turistas.

Esta cueva fue explorada y cartografiada entre los años 30 y los años 70, y en los años 60 fue declarada lugar de interés natural.  Fue la primera cueva de Bulgaria en abrirse para los turistas.

Nunca la han habitado ni animales grandes ni personas, ya que la entrada estaba invadida por el río (y sigue estándolo). En cambio, sí viven en ella seis especies de murciélagos. La entrada original actualmente está tapiada, pero se ha dejado una pequeña abertura para que entren volando los únicos mamíferos que pueden hacerlo.

En los alrededores de esta cueva vive un escarabajo único en el mundo, que según el guía solo se puede ver aquí.


cueva lepenitsa


Entre los pocos seres vivos que habitan las profundidades de la cueva se encuentran algunos troglobios (animales que han evolucionado adaptándose a la vida en las cavernas). Ignoro si es posible verlos, pero sin duda es complicado con la escasa luz de la linterna del casco.

En la cueva Lepenitsa se han encontrado ejemplares únicos de perlas de caverna, que actualmente están expuestas en el Museo “La Tierra y el Hombre” de Sofía.


ANTES DE ENTRAR ES IMPORTANTE SABER:

En los alrededores de la cueva Lepenitsa no hay cobertura de teléfono.

En teoría hay que pedir cita previa para visitar la cueva. En la práctica… uno simplemente va, y cuando hay suficiente gente se forma una pequeña expedición, y padentro. Los grupos son pequeños, de unas 10-15 personas.

Los guías proporcionan a cada visitante botas altas de goma y un casco con linterna incorporada. La linterna es imprescindible, ya que en esta cueva no hay electricidad como en otras. Y el casco… qué puedo decir, al tercer cabezazo que te das, agradeces llevarlo.

cueva Lepenitsa


Hay que agacharse mucho, constantemente. Las personas que tengan problemas de movilidad pueden pasarlo mal. Hay espacios muy estrechos.

Es mejor no llevar mochila. No os describiré en qué estado mugriento quedó la mía, además de que tuve que quitármela en muchos puntos estrechos para poder pasar.

También es recomendable no llevar ropa que nos guste mucho, porque se pone perdida de barro. Además, mi abrigo se llevó un pequeño desgarrón de propina.

Es bueno quitarse relojes y anillos, ya que hay que sujetarse constantemente a las rocas con toda la mano y así se evita rayarlos o golpearlos.

En mi grupo había un par de niños de 6 o 7 años, pero personalmente no recomendaría que entren niños pequeños ni ancianos, ya que el trayecto es bastante complicado. Mi hija de 13 años está muy en forma y no tuvo problemas, aunque se cansó (y yo también acabé molida, para qué negarlo).


EL RECORRIDO POR LA CUEVA:

Tuvimos una suerte inmensa con el guía que nos tocó. Era un hombre no muy joven pero en buena forma física que, a pesar de haber hecho ese trayecto miles de veces, derrochaba entusiasmo. Nos estuvo señalando cada formación rocosa especial e interesante, echándole mucha imaginación y jugando con la entonación y con las palabras a placer. Consiguió contagiarnos su entusiasmo.

guía cueva lepenitsa



Parece ser que esta cueva está gestionada por una asociación de espeleología, y ¿quién mejor que auténticos amantes de las cuevas para enseñárselas a los turistas?

En esta cueva hay tres recorridos que se pueden hacer: 200, 400 o 600 metros. Parece poco, pero considerando que la mayor parte del tiempo hay que desplazarse a rastras, trepando o luchando por no resbalar y romperse la crisma, es mucho. Nosotros tardamos 3 HORAS en hacer el recorrido de 400 metros.

Cuando se llega a los 200 metros, el guía pregunta si alguien desea regresar, y en ese caso otro guía le lleva de vuelta a la superficie. A los 400 el guía pregunta de nuevo, pero en nuestro caso condicionó la respuesta sugiriéndonos que volviéramos, puesto que el último trecho es el más difícil, estábamos todos cansados y había varios niños en el grupo.

 

cueva Lepenitsa Bulgaria


Aunque esta cueva no destaca especialmente por formaciones rocosas espectaculares como por ejemplo las de la cueva Snezhanka (Blancanieves), hay muchas destacables que vale la pena admirar si uno consigue enfocar correctamente la luz del casco. Por ejemplo, hay una muy curiosa en forma de cocodrilo que a mí me gustó especialmente, y en muchos puntos el mármol revela dibujos interesantes de diversos colores.

cocodrilo cueva Lepenitsa Bulgaria


Tampoco podía faltar arte rupestre del Homo Subnormalis, a saber, vandalismo de toda la vida. Hay que ser cateto para tallar garabatos un lugar natural tan especial… Estos y los que tiran basura por el monte me ponen negra.

vandalismo cueva Lepenitsa


Hacia la mitad del recorrido el guía me llamó, me hizo avanzar hacia donde estaba él y me dijo que tenía una sorpresa para mí. Y entonces nos enseñó a todos una curiosa forma rocosa oscura que llamó “Chernata Deva María”, La Virgen Negra. Tardé unos segundos en comprender que se refería a la Moreneta, la Virgen de Montserrat. Y aunque hay que echarle imaginación, ¡realmente guarda cierto parecido!


cueva Lepenitsa Bulgaria

Hay algunas formaciones rocosas oscuras que parecen estar cubiertas de hollín. Según el guía, se cuenta que hace milenios Hefesto, dios del fuego y la forja en la mitología griega, se olvidó un día la fragua encendida y ello causó un incendio que churruscó toda el área colindante. ¡Imaginación al poder!

Y hacia el final del recorrido ¡hay un xilófono rocoso! El guía incluso nos toco una melodía improvisada en él.

 

cueva Lepenitsa Bulgaria


DURACIÓN:


Nosotros tardamos 3 horas en hacer el recorrido intermedio, pero eso fue porque al ir con niños fuimos más despacio; normalmente dura 2 horas.


A LA SALIDA:

No sé si se hace siempre, pero cuando estuve yo, al salir los guías nos ofrecieron a todos un té calentito elaborado con una mezcla de hierbas que ellos mismos recogen por la zona. Lo preparan en un fogón junto a su cabaña.

fogon bebida caliente


Recomiendo dejar en el coche toallitas húmedas para limpiarse la costra de barro de las manos. Y unos calcetines limpios y secos se agradecen.

Probablemente todo lo que llevéis necesitará pasar por la lavadora, pero creo que es precisamente el esfuerzo que implica esta pequeña expedición lo que hace que resulte inolvidable.


PRECIO:

Se paga a la salida, porque el precio depende del recorrido que se haya hecho.

200 metros: 7 BGN (3,50 €)
400 metros: 14 BGN (7 €)
600 metros: 20 BGN (10 €)

No se aceptan carnés de estudiante ni de pensionista. Y es algo más cara que otras cuevas búlgaras, pero claro, el recorrido es mucho más largo e "intenso". Yo creo que vale la pena.

Si alguna vez visitáis la ciudad de Velingrad y os apetece una pequeña aventura subterránea, os recomiendo una visita a la cueva Lepenitsa.

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